La verdad,
el nivel 3 es el más sencillo de presentarte.
Si hemos pasado de incompetencia-inconsciente a incompetencia-consciente, a poco que seas de los que no usa el lenguaje inclusivo en tó’ y por tó’, te imaginarás que lo que viene ahora es la competencia-consciente.
Como te digo, este es muy fácil de reconocer:
Eres bueno haciendo algo.
Te iba a poner el ejemplo de Conchita, la abuela de mi amigo el Cleta, que siempre que ibamos a su casa a merendar nos daba un bizcocho…
Pero un bizcocho…
Mesca…
¡Qué bizcocho!
No ha habido, ni habrá, bizcocho igual en ninguna orilla del Mississippi,
Ni del Guadajira.
Los que lo han probado saben a que me refiero.
El caso, que cuando lo sacaba siempre decía:
Mira, niño, probar el bizcochito que sabía que íbais a venir y me ha salido muy rico.
LO SABÍA.
CONCHITA LO SABÍA.
Era consciente de que lo estaba haciendo bien1.
Nivel 3.
De manual, vaya.
Bien,
Esa misma filosofía, es la que me gustaría que pudieses experimentar en, por ejemplo: la sentadilla.
(Ahora tengo que pensar en qué repisa voy a poner mi premio a la originalidad…)
Cuando sacas una serie, o simplemente una repetición, bien hecha, da igual los kilos, te sientes imparable.
El dulce sabor del trabajo bien hecho.
Pero claro, para experimentar algo así tienes que hacer bien la sentadilla y saber por que la estás haciendo bien.
Es decir:
Porque has colocado los pies a la anchura de las caderas.
Las puntas (eso depende ca’ uno) ligeramente apuntando hacia afuera.
Los dedos del pie intentando agarrarse al suelo para generar tensión en el arco plantar.
Distribuyendo la carga con ese trípode que tú y yo sabemos.
Has cogido aire para crear una buena presión intrabdominal sin cambiar el plano del diafragma ni de la cadera (para no entrar en retro ni ante-versión pélvica).
Dependiendo de si la sentadilla es con peso corporal, a una pierna, con barra alta, barra baja, frontal o goblet (entre otros tipos), los brazos los has puesto en una posición u otra.
(Y si era con peso, has sabido cuánto poner para no hacer ninguna idiotez).
Has mantenido la vista en un punto fijo a una distancia que ya conoces si sabes hacer sentadillas.
Por supuesto, has sabido flexionar las tres articulaciones que componen este movimiento: tobillo, rodilla y cadera, de manera coordinada.
Además, como eres consciente de tu anatomía has bajado hasta donde tienes que bajar para no comprometer, por ejemplo, la zona lumbar.
Y has vuelto a subir.
Ya tienes tu sentadilla bien hecha2.
Mientras esa lista te parezca muy larga,
Estás en el Nivel 3.
¿Problemas para subir de nivel?
Bueno, ahí no hay Trucoteca3 que valga.
Pero mandando un mensaje aquí hay un tipo que te puede ayudar a resolver los errores más comunes.
Por experiencia, suelen estar en la movilidad de tobillo y de cadera.
O en una programación de mierda.
Porque al final esto es como to’,
Que unos saben y otro no.
PD: Para el Nivel 4, no hay lista, pero habrá correo.
PD1: si te ha entrado ganas de bizcocho, mándame un mensaje, ya sabes dónde.
Sin embargo, tengo que reconocer que he pensado que Conchita era nivel 4, porque sabía hacer el bizcocho, sabía que lo había hecho bueno y, sin embargo, era inconsciente a la hora de saber cómo lo había hecho tan bueno. La misma receta, mismo cacharro, mismo horno y no le salía a nadie igual. Digno de estudio. Sin duda.
Si has pillado esto, cuídate las rodillas.