Decía Huecco:
Los mejores años de nuestras vidas se los estoy dando no sé a qué o a quién.
Y esto me lleva a tener que contarte 2 cosas:
Una buena y otra a pachas (egque no se me borra la influencia madrileña tan fácilmente…)
1. Es bastante probable que los mejores años de tu vida ya los hayas dado.
¿A qué o a quién?
A una universidad que no te enseña ni a cagar en el campo.
A unos botellones que lo mismo que te han dado recuerdos ahora es bastante probable que te borren otros más adelante.
Y a un sofá (sinécdoque de sedentarismo) que mata más que todas las noticias que te da el parte sobre cosas malísimas como las grasas y hacer deporte de alta intensidad si has pasado los 401.
2. Nunca es tarde.
Bueno, tal vez con tu ex, sí, pero para empezar a hacer algo y enmendar esos errores, hay tiempo.
Para aprender cosas útiles para la vida.
Para cambiar lo que te metes en el cuerpo, porque este no funciona con etanol, pero sí con ATP.
Para saber contrarrestar los efectos perjudiciales del sedentarismo que hacen que tengas ya los cojones achatados por los polos.
Lo primero es aquí.
Lo segundo aquí.
Lo tercero aquí.
Si no te vale ninguno de los tres…
Puedes seguir mirando al cielo a 10.000 km de sus besos, y que se te adelante otro que haga todo lo de arriba.
Lo que decidas, buenos es, porque al final esto es como to’.
Feliz domingo.
PD: para que no te pase como a Huecco que no sabía que hacía aquí, creo que va siendo hora de hablar de propósitos en la vida. Pero ya en otro correo.
PD2: para que veas que lo que digo es cierto