Mira.
Hoy es un buen día para aprender.
Vamos a ver 3 cosas. Una que seguramente sepas, otra que seguramente no sepas y una última que…
Cosas que sí sabes, que no sabes y que deberías saber. Empezamos:
La leche materna es buena.
¿En serio, Sherlock?
Sí, esto seguro que ya lo sabías, pero nunca viene mal recordarlo porque es el único alimento 100% formulado para humanos.
Repito, el único-alimento-hecho-para-seres-humanos.
No para perros, ni para murciégalos, ni para ornitorrincos. Para humanos.
Y formulado por la naturaleza, no por una farmacéutica que quiere tus “billes”.
Aunque su composición varía a lo largo del periodo de lactancia, tiene un muy buen aporte de grasas que son fundamentales para mantener el metabolismo cetogénico en el que los bebés se desarrollan. La mitad de ellas saturadas para proteger al bebé de muchísimas enfermedades.
Sí, los cachorros humanos, hasta que les dan la basura de papillas y los atiborran de hidratos de carbono, viven en cetosis1.
Si te estás preguntando qué es eso de la cetosis, está atento porque en sucesivas publicaciones hablaremos de ello y ahí hay mucha tela que cortar.
Quédate con lo importante, nuestro alimento original contiene una buena porción de grasas.
El beicon es bueno.
Esto es lo que posiblemente no sepas.
Es normal, no te tortures, son muchos años de echarle la culpa a las grasas por los perjuicios que te causan el azúcar y las harinas refinadas.
Seguramente hayas escuchado los siguientes tópicos:
Si comes grasa acumulas grasa. Error 404, razonamiento no encontrado. La acumulación de grasa de debe a tus hábitos de vida generales, no a un simple macronutriente.
La grasa aporta más calorías. Sí, ¿y qué? También te sacian más, y contar calorías, en la mayoría de los casos, es de gente aburrida y que folla poco.
¡Me va a infartar!. Según un prestigioso estudio de la University of Sentido Común, lo que te va a infartar es la inflamación de bajo grado cronificada por tu elevado consumo de hidratos de carbono y el moverte menos que un Teletubbie en una cama de velcro.
Vale.
Seguramente no hayas escuchado las siguientes realidades:
Gran parte de tus membranas celulares están formadas por grasa saturada.
Sin grasas saturada el calcio no se adhiere a los huesos2. (Esta se la dedico a la de los lácteos desnatados y el jamón desgrasado que ya os presentaré).
Tu sistema endocrino necesita grasa para “transportar” las hormonas.
Refuerza tu sistema inmune. Sí, la grasa saturada, no el triunvirato de L, Casei y Munitas. (Pista: igual que la leche materna)
Tu cerebro, el que te han querido joder a base de comida de mierda diciéndote que necesita azúcar, está compuesto de… GRASA SATURADA
El beicon, el tocino o la panceta (en mi pueblo: panseta), te da esta grasa saturada, grasita hermosa, acompañada de proteína.
Ahora bien, no todos los beicon valen.
El de las “hamburguesas” de ese lugar donde tú eres el rey o de la empresa que cambió el rojo por el verde para parecer más saludable, entre otros, ese NO.
Tampoco vale el de la empresa que te hace anuncios de media hora por Navidad tocando la fibra ni de la marca que patrocina un buen equipo de fútbol sala murciano.
Todo eso es mierda.
Compra panceta en la carnicería de tu pueblo o pídela por internet en alguna tienda especializada en carnes de calidad y de animales criados con un mínimo de decencia. Renta gastar algo más de dinero en esto que en frutas y verduras bio o eco.
Los perfiles lipídicos de la leche materna y del beicon son mellizos.
Este era el dato con el que ibas a flipar.
Y espero que lo hayas hecho, porque si no, vaya decepción…
Bueno, y ¿por qué mellizos y no gemelos?
Básicamente porque se parecen mucho, muchísimo, en el contenido y proporción de ácidos grasos3. Unos ácidos grasos que, como hemos visto, son vitales para el correcto funcionamiento de nuestro cuerpo, seamos bebés o personas con pelos ya en ciertas partes.
Por motivos más que obvios no seguimos tomando leche materna pasado cierto tiempo, pero sí podemos, y debemos, seguir consumiendo esa grasita hermosa a través de otros alimentos.
¡Hazlo!
Porque al final esto es como to’,
Y si quieres hacerlo de una manera sencilla y con recetas deliciosas para ganar salud y perder grasa, un correo aquí te resuelve el problema.
PD: los murciégalos son murciélagos franceses :) Es una forma en desuso según la RAE y es la forma original de llamar a estos animales ya que significa ratón (mus, muris) ciego (caecŭlus, dim. de caecus). Al final, si has llegado hasta aquí son 4 las cosas que has aprendido.
A pesar del aporte de lactosa, un disacárido.
En ese proceso participa la Vitamina D (que realmente es una hormona) y que es LIPOSOLUBLE, es decir, necesita grasa para funcionar.
Ácidos grasos saturados: B 43% LM 43%.
Ácidos grasos monoinsaturados: B 40% LM 43%.
Ácidos grasos poliinsaturados: B 17% LM 14%
Fuente: Tesis Doctoral del Dr. Guillermo Navarrete.