Escucha,
que voy a ser breve (o no).
Casi siempre que estoy con un cliente en un entrenamiento personal hablamos de comida.
Podríamos hablar de otras muchas cosas.
Y lo hacemos.
Pero, normalmente, hablamos de comida porque a todos nos gusta.
El caso es que ayer estaba entrando con uno (no uno al azar que me encontré por la calle, sino un cliente, obviamente) y le pregunté qué iba a cenar.
Era un huevo con nosequé, y me pareció que se quedaba corto.
Y seguramente incluyese algo de pan, porque si no, no alimenta. Eso lo saben hasta los fenicios.
Fue como… Fuck, no vas a durar mucho así ¿sabes?
Entonces le propuse que, por ejemplo, se hiciese una frittata.
Ma lui non sapeva cos'era.
Así que te la dejo aquí, para que lo goces.
Además con chorisito rico, papi.
Y si te gusta, tengo más.
¿Dónde?
En el Recetario Primal, el libro de recetas que comparto a mis clientes en el que hay más de 200 elaboraciones (todas sin gluten que es caca) para que sepan qué están comiendo, cómo preparalo y, además, le permite conseguir sus objetivos disfrutando de la comida, ya sea:
Perder grasa.
Ganar músculo.
Impresionar a su crush en la cocina.
Esta receta, concretamente, te vale para los tres objetivos.
Aunque quizá el chorizo no sea buena idea si luego piensas rematar la faena con tu crush (en la cocina o donde sea, ahí no me meto). Para eso mejor la de espinacas con queso de cabra y nueces o la de calabacín con jamón.
Éstas están en el Recetacio Primal, claro.
¿Lo quieres?
Correo a primalnutricion@gmail.com
Y ya te dejo con la receta.
Si la pruebas, me cuentas.
Ingredientes:
6 huevos
10 gr de nata líquida
15 gr de mantequilla
60 gr de chorizo (de matansa güeno)
120 gr de tomates cereza (cherry para los bilingües)
50 gr de cebolla blanca
20 gr de kale (opcional)
30 gr de queso parmesano
3 gr de hojas de albahaca fresca (o ½ cucharada de pesto)
Sal y pimienta al gusto
Preparación:
Antes de comenzar, calienta el horno a 180°C y prepara una bandeja para horno. Si la bandeja no es antiadherente, se recomienda forrarla con papel para hornear o rociar un poco de aceite de oliva para evitar que los alimentos se peguen.
En un recipiente, rompe los huevos y añade la nata, la mantequilla fría, la sal y la pimienta. Bate suavemente los huevos con un tenedor y reserva la mezcla.
Calienta una sartén a fuego medio durante unos 2 minutos. Agrega el chorizo y saltéalo hasta que comience a soltar su grasa. Luego, añade la cebolla y saltéala durante 2-3 minutos, hasta que esté transparente.
Incorpora los tomates y el kale a la sartén. Saltéalos junto con la cebolla y el chorizo, tapa la sartén y deja que las hojas de kale se ablanden ligeramente.
Transfiere los vegetales y el chorizo a la bandeja para horno, cubriendo toda su superficie de manera uniforme.
Vierte los huevos batidos sobre los vegetales y remueve con un tenedor para integrar bien los ingredientes. Distribuye las hojas de albahaca por encima y espolvorea toda la superficie de la frittata con queso parmesano.
Hornea durante unos 15 minutos, o hasta que la frittata adquiera un ligero dorado. Retira del horno y deja enfriar durante al menos 5 minutos.
Corta la frittata en dos porciones y sirve con la ayuda de una espátula.
¡Listo para disfrutar! Y…
PD: vale pare cena, almuerzo y desayuno. No te quejarás.
PD2: se puede comer fría o caliente.
PD3: si eres de los que le quita la cebolla, recuerdos a Jeffrey Dahmer en el infierno.