Memento Mori.
Recuerda que vas a morir.
Y di tú que con la nochecita que he pasado y el cuerpo de mierda que me ha dejado la fiebre, hoy soy más consciente de ello.
Si morirse duele, a mí que me avienten un porrazo y me quiten del medio pronto.
Cosas de hombres.
El Memento Mori original estaba muy vinculado a los momentos de euforia.
Para aliviar tensiones.
Como las pajillas de Torrente.
Y ocurría durante los “Triunfos” que eran unos desfiles en honor de algún general que había salido victorioso en alguna campaña militar.
Para que no se viniese muy arriba, un esclavo, mientras le sostenía la corona de laurel, símbolo de la victoria, le susurraba al oído: Memento Mori.
Grandes estos romanos.
No han hecho mucho más por nosotros.
Salvo darnos los acueductos, el alcantarillado, las carretas, la irrigación, la sanidad, la enseñanza, el vino, los baños públicos, la ley del orden y la paz.
Pero salvo eso, nada más.
La verdad que tener a alguien que te corte la meada continuamente puede ser un poco molesto.
Da igual si eres un empresario de éxito.
Si quieres mejorar en sentadilla.
Si comes como un Yankee.
O si votas a Perro Sanxe.
Necesitas a alguien que te diga lo que haces mal.
Es justo y necesario.
Justo porque en cualquiera de esos casos tú estás tomando una decisión:
Sea exponerte como empresario.
Sea mejorar tu salud a través de la alimentación y el entrenamiento.
Sea poner el cerebro en modo avión.
Necesario porque en cualquiera de esos casos:
Puedes mejorar como empresario y ganar más, tener al personal más contento, vivir con menos estrés.
Empiezas a entender la técnica correcta para hacer una sentadilla y que no te duela la rodilla.
Puedes elegir las comidas que te van a nutrir y acercar a tus objetivos.
Empiezas a pensar por ti mismo.
Y para todo ello hay que estar preparado, porque como digo, a nadie le gusta que le corten el rollo cuando está arriba:
Ni al empresario que hace billis como churros.
Ni al que entrena pierna y levanta muchos kilos poniendo en riesgo su columna.
Ni al que es “feliz” comiéndose un helado de Ben & Jerry's.
Ni al que ha leído uno de los últimos post y le pica darse cuenta que la izquierda es un engaño aunque ahora gobiernen y sean el último bastión de la democracia contra el fascismo. (Me cuesta escribirlo sin reírme).
Siempre queda la posibilidad de despedir al que te comenta fallos.
De seguir a un youtuber que esté petado.
De comerte el Ben & Jerry's light.
O de decirle a la gente que no saben lo que es la izquierda y quitarle el carnet de camarada.
Eso depende de ti.
Pero en ningún caso recomendaría esas opciones.
Porque es probable que te acabes hostiando y si algo disfruta el personal es venir luego y decir:
TE LO DIJE.
Capitán Aposteriori siempre presente.
Si no quieres que te pongan la cara colorá lo mejor es tener tu Memento Mori particular.
Alguien que te recuerde que no eres más que un simple mortal y que como tal cometes errores.
Porque es la única manera de progresar bien.
La otra opción es esperar que el arreglo entre solo.
Aviso: duele más.
Pero bueno, no me entretengo:
De los 4 ejemplos te puedo servir para todos.
Me encanta ver las webs de las empresas y ver lo tremendamente mal que están hechas o cómo tratas a tus trabajadores.
Sé la técnica de sentadilla que mejor te va a funcionar en menos de una hora viéndote entrenar.
Te puedo arreglar tu dieta y enseñarte a comer bien en muy poco tiempo.
Seguiré escribiendo correos para decirte que por favor no votes al partido del ingreso en la OTAN, de los niveles de paro míticos, de las reformas laborales, de la gestión del Co-Vid19, de la Agenda 2030, de la Dana, del volcán de la Palma…
Porque todo eso también es Memoria Histórica.
Y si sobrevivo a este mal cuerpo, seguiré siendo tu Memento Mori.
Tanto para que seas que vas a morir, como para que mientras vivas no te olvides de tomarte la creatina.
Porque al final esto es como to'...