Te han mentido.
Lo siento, pero es así.
Y decir que te han mentido es quedarse corto.
Realmente te han meado en la cara.
Y no es que te hayan dicho que llueve.
Es que te han vendido que es bueno para el cutis.
No falla.
Persona estándar con la que hablas del tema: si yo como de todo, sigo una dieta normal, no sé, dieta mediterráena que es la más sana.
No has visto una dieta mediterránea de verdad en tu vida, Hulio.
Y así porque así lo quieren.
La facilidad de la asociación juega de su parte: vives en un país mediterráneo, dieta mediterráena.
¿Pero qué entendemos por dieta mediterránea?
Mejor dicho, ¿qué entiende la gente por dieta mediterránea?
Pues más o menos, el atentado nutricional que te explica Telepizza aquí:
La dieta mediterránea original “descubierta” por Ancel Keys (que también tiene lo suyo el pájaro este, no te creas tú), en la isla de Creta, entre otros lugares, dista mucho de lo que se comenta ahí arriba.
¿Dónde están los lácteos caprinos con los que se hace el queso feta, por ejemplo?
No ‘tan porque son grasas saturadas.
¿Dónde está el jamón ibérico (o la carne de cerdo ibérico en general) si la la Península Ibérica está bañada por el Mediterráneo?
Tampoco ‘tan.
¿De las tenernas gallegas ni hablamos, no?
¿Pa qué?
¿Y de su marisco?
Es más… es que son tan sinvergüenzas que dicen: civilizaciones que dieron forma a la cultura mediterránea.
No he visto una sola referncia a la Egipto, a Cartago, a Tartessos… A lo único que se parecen es a los fenicios y porque les gustan las perras más que las almendras.
Eso sí, legumbres y cereales a cascoporro.
Carne no. Carne caca.
Jeje.
¿Te hago un croquis?
Venga, te lo hago.
Ancel Keys era un “científico” americano que hizo el siguiente “razonamiento”: las personas que mueren por ataques al corazón tienen acumulado colesterol. Algunos estudios de la época decían que la grasa saturada, en algunos individuos, podía aumentar el colesterol.
Conclusión: reducir el consumo de grasa saturada, para reducir el colesterol, para reducir la enfermedad cardiaca.
Spoiler: se comieron un mojón bien gordo.
Pero sin grasa saturada, ¡¡eh!!
Lo de ver si correlación implica causalidad era mucho trabajar supongo.
Quizá también tenga que ver que la industria azucarera de EE.UU por aquellos maravillosos años 70 era bastante espléndida en cuanto a sobornos y se encargó de silenciar a investigadores como Yudkin que había publicado un libro, Pure, White and Deadly, advirtiendo sobre el aumento de enfermedad cardiaca relacionando ésta con el consumo de azúcar.
Qué sé yo.
Keys, que se dejaría sobornar pero que igualmente quería saber lo que había detrás de todo eso, hizo su viaje a algunas zonas en las que esa patraña de grasa saturada y enfermedad cardiaca no cuadraba en absoluto. Escribió un libro “How to eat well and stay well the Mediterranean style”, en el que se salto a la torera sus observaciones y pervitió la “dieta mediterránea” diciendo que aquí lo que se comía mucho eran cereales.
El cabrón tenía peso en los iunait esteits y debieron de copiarle un poco la idea cuando decidieron crear la famosa pirámide nutricional para la población (creo que eso es lo más mediterráneo, la pirámide).
¿Qué pusieron en la base?
Lo has adivinado.
Y si no, deberes: ve a buscar en tu despensa algún producto que lleve la famosa pirámide.
Pista: suele venir en cajas de cereales y bolsas de snacks.
En el papel de la carnicería no.
En el cartón de huevos tampoco.
Mira donde te digo.
Y mañana comentamos los resultados, ¿va?
Que ya es tarde y espero que no te hayas olvidado de la creatina.
Que al final, esto es como to’.